Lineamientos y Escenarios para la Transición Energética a 2050
El 7 de julio de 2023 se publicó en el Boletín Oficial la Resolución N° 518/2023 de la Secretaría de Energía que aprueba los “Lineamientos y Escenarios para la Transición Energética a 2050”.
El objetivo es alcanzar una matriz energética más limpia y eficiente a través de un cambio estructural en los sistemas de abastecimiento y utilización de la energía y la adopción de medidas eficaces para mitigar los efectos del cambio climático.
En Argentina, en el año 2018, el sector energético fue responsable del 51% de las emisiones de GEI del país. Sin embargo, Argentina dispone de abundantes recursos renovables cuyo aprovechamiento permitirá que el país avance hacia una situación con acceso seguro a la energía, con menor huella de carbono y a precios asequibles.
En cuanto a las metas a alcanzar, se busca tanto sustituir la demanda final de combustibles fósiles por energéticos que no emiten GEI como disminuir la intensidad de emisiones en la generación, sobre la base de la incorporación de tecnologías bajas en emisiones de carbono y mejorando la eficiencia de todo el parque generador. Se espera así poder revertir la predominancia de las fuentes fósiles en la generación de electricidad, reemplazándolas por fuentes energéticas limpias.
Otro objetivo radica en sustituir las importaciones de combustibles líquidos y GNL tanto para abastecer a la demanda prioritaria como a las centrales térmicas. El escenario planteado supone un aumento en el consumo de gas natural y menor consumo de petróleo.
El menor consumo de combustibles fósiles en el sector energético tiene un impacto positivo en la calidad del aire y la salud de la población. El uso eficiente de la energía y la disminución de la demanda tiene efectos directos en la cantidad de emisiones contaminantes producidas e implica beneficios económicos y sociales, como el ahorro de costos, la creación de empleo y la mejora de la competitividad.
Los Lineamientos y Escenarios para la Transición Energética a 2050 establecen diez (10) Lineamientos Estratégicos para planificar, promover y facilitar de manera eficaz, oportuna y coordinada la descarbonización del sistema energético argentino hasta el año 2050: Gobernanza Institucional, Eficiencia Energética, Energía Limpia en Emisiones de GEI, Gasificación, Desarrollo de Capacidades Tecnológicas Nacionales, Resiliencia del Sistema Energético, Federalización del Desarrollo Energético, Desarrollo de Hidrógeno bajo en Emisiones, Movilidad Sostenible y Transición Justa e Inclusiva.
Además, se presentan tres posibles escenarios de descarbonización energética para el período de 2023 a 2050:
- Un escenario base (E1) que toma en cuenta las políticas y acciones actuales previstas a nivel nacional y local en el sector energético, incluyendo los objetivos de penetración de energías renovables, eficiencia energética y la mitigación de emisiones de GEI, entre otros. En este escenario la tasa de crecimiento de demanda es moderada y la electrificación de nuevos usos es baja. Se consideran medidas de eficiencia energética que actualmente se encuentran en implementación y futuras medidas que garanticen una menor tasa de crecimiento de la demanda. En este escenario, el impuesto a las emisiones de GEI alcanza los 25 U$S/tCO2e a partir de 2040 en adelante.
- Un escenario optimista (E2) donde a las políticas existentes se suman nuevas acciones y tecnologías relacionadas con la descarbonización del sector energético en Argentina, a la vez de contar con un mayor crecimiento de la demanda eléctrica, debido a una mayor electrificación de nuevos usos. Al igual que el escenario base, el impuesto a las emisiones de GEI alcanza los 25 U$S/tCO2e a partir de 2040 en adelante.
- Un escenario ambicioso (E3) más cercano a un escenario de cero emisiones netas (Net Zero). Es similar al escenario Optimista, pero considera la incorporación acelerada de las tecnologías relacionadas a la descarbonización del sector eléctrico debido a mayor madurez de estas y su fomento a través de un impuesto al carbono más elevado. El impuesto a las emisiones de GEI alcanzará los 56 U$S/tCO2e a partir de 2040 en adelante. Por tal motivo, se cuenta con una mayor electrificación de nuevos usos.
Se proyecta que, en el E1, las emisiones del sector energético serán de 140 MM tCO2e, siendo la quema de combustibles la que más emisiones genera. En el E2, estas emisiones alcanzarían los 100 MM tCO2e, siendo también la quema de combustibles la mayor responsable, pero en el E3, cuyas emisiones ascenderían a 52 MM tCO2e, las emisiones asociadas al sector transporte serían las de mayor cuantía.
Si bien ninguno de los tres escenarios propuestos alcanza cero emisiones netas de GEI en 2050, están enfocados en el sector energético solamente (no incluyen otros sectores no energéticos). Así, la posibilidad de alcanzar un nivel global de emisiones netas cero en la economía argentina para 2050 dependerá también de la evolución de otros sectores clave (no energéticos) de la economía y el desarrollo y la adopción (o no) de ciertas tecnologías innovadoras como la de captura, utilización y almacenamiento de carbono.
Cuanto más ambicioso es el escenario, mayor capacidad de generar impacto social positivo tiene. Esto se percibe con claridad atendiendo a las proyecciones de creación de empleo para cada escenario. Así, el E3 proyecta una creación de más de 250.000 puestos de trabajo, de los cuales cerca de 170.000 provendrían del sector de la generación eléctrica. Por su parte, en el E2 se generarían hasta 160.000 puestos de trabajo, de los cuales más de 100.000 provendrían del sector de generación. El E1 podría generar un número de puestos de trabajo de alrededor de 150.000.
El documento de Lineamientos y Escenarios para la Transición Energética a 2050 también analiza los desafíos y barreras que la transición energética trae consigo. Estos se pueden agrupar en las siguientes dimensiones: seguridad energética, desarrollo tecno-industrial, equidad social y transición justa, así como la mitigación y adaptación al cambio climático.
- Seguridad energética: la principal problemática es la insuficiencia de las infraestructuras de transporte de energía eléctrica y gas natural. Es importante también destacar el control de los picos de demanda para evitar el sobredimensionamiento de la red de transporte. Otro de los desafíos es garantizar la seguridad energética ante una mayor penetración de tecnologías renovables variables y disminuir la dependencia del suministro de energía importada.
- Desarrollo tecno-industrial: refiere a la necesidad de que el aparato productivo y tecnológico pueda abastecer con bienes y servicios a las demandas de la transición energética y aportar así soberanía al proceso de transición mediante la incorporación de trabajo, capital e innovación nacional al servicio de los requerimientos tecnológicos de los cambios en la matriz energética.
- Equidad social y transición justa: la transición energética debe ser justa, asequible y sostenible. Se considera la necesidad de focalización de subsidios energéticos a la demanda en condiciones de vulnerabilidad; el suministro energético a poblaciones no alcanzadas por las redes de distribución; la transferencia tecnológica desde el sector académico hacia el sector productivo y sector público; y el desarrollo de programas de capacitación. La transición justa es el desafío a la hora de garantizar que la transformación en los sistemas socioproductivos y de gestión de las fuentes energéticas no sea un motivo para un aumento de la pobreza energética o generación de perjuicios; sino por el contrario sea una oportunidad de desarrollo. Por lo que el reto aquí es que las políticas de transición energética sean diseñadas de forma tal que aseguren que quienes afronten los costos asociados de la transición no sean los sectores más vulnerables.
- Mitigación y adaptación al cambio climático: bajo esta dimensión se abordan las problemáticas ligadas a la descarbonización de la matriz energética; la disminución de las emisiones del sector energético y la adaptación del sistema energético para atender las consecuencias del cambio climático.
Por otra parte, la principal limitante a la sostenibilidad del proceso de transición energética, al menos en la fase inicial del proceso, es la falta de financiamiento externo y afrontar los compromisos en divisas que significan las inversiones vinculadas al proceso de transición. Para garantizar la sostenibilidad del proceso puede resultar conveniente avanzar a un ritmo moderado pero firme. En este sentido, se espera que el desarrollo del complejo hidrocarburífero, con grandes potencialidades de gas no convencional, pueda contribuir no sólo a la transición energética global sino también a aumentar los niveles de exportación a la región.
Las exportaciones de GNL y H2 consideradas en los tres escenarios dan cuenta del potencial del sector energético como generador de divisas, contribuyendo a la estabilidad macroeconómica y mejorando las condiciones para un horizonte de crecimiento del PIB sostenible y generación de empleo genuino en los tres escenarios.
Por otro lado, la recaudación del impuesto a las emisiones de GEI puede ser una fuente de ingresos para mitigar los efectos de la transición energética en los sectores vulnerables y/o para cubrir parte de las inversiones en divisa local.
Plan Nacional de Transición Energética al 2030
Por medio de la Resolución N° 517/2023, la Secretaría de Energía aprobó el “Plan Nacional de Transición Energética al 2030” en el cual se definen los lineamientos estratégicos, las áreas de acción y las medidas de política energética para la transición energética.
La transformación de la matriz energética de Argentina hacia un sistema más limpio, resiliente y sostenible es fundamental para lograr el objetivo mundial de descarbonización fijado en el Acuerdo de París en el año 2015.
Se detallan los supuestos bajo los que se elabora el escenario energético a 2030 propuesto junto con los principales resultados durante el período 2022 - 2030:
- Se considera un crecimiento del PBI del 2% interanual de largo plazo.
- La demanda eléctrica crece cercana al 1,5% interanual.
- La demanda de gas natural crece entre 1,1% interanual.
- La demanda de combustibles crece 2,3% interanual.
- La producción de gas natural para abastecimiento local crece entre 2,4 y 3% interanual del 2022 al 2030. La producción de petróleo para abastecimiento local crece entre 3,4 y 6% interanual para el mismo período.
- El parque automotor crece en 5,3 MM de vehículos. La participación de autos y vehículos medianos a GNC se considera en un 27% del total, y a esto se le adiciona la conversión a GNC de los buses de corta distancia.
- Los cortes con biocombustibles ascienden a 12,5% y 15% para biodiesel y bioetanol respectivamente.
- Se contabilizan para el 2030 unas 49,4 MM de personas (1% crecimiento interanual). Los hogares ascienden a la suma de 17,3 MM. La cobertura de gas natural para los mismos se mantiene en el 68,5%.
- La participación de la generación eléctrica de fuentes térmicas pasa del 59% en el 2022 al 35% en el 2030.
Sobre la base de los resultados del escenario a 2030, se proyectan para el sector energético los siguientes valores:
- Inversiones (acumulado 2023-2030): 86.642 millones de dólares.
- Divisas requeridas (acumulado 2023-2030): 46.562 millones de dólares.
Si además de las exportaciones de GNL proyectadas, se consideran las proyecciones de las exportaciones de gas natural y petróleo informadas en el “Plan para el Desarrollo Productivo, Industrial y Tecnológico 2030”, de 32.000 millones de dólares, se puede afirmar que el sector energético contaría con capacidad para contribuir de manera sostenida con las divisas necesarias para financiar las inversiones que requiere la transición energética del escenario propuesto.
Para cumplir con los objetivos propuestos, se ha establecido una serie de metas que abordan asuntos clave de la transición energética en el país.
Metas cuantitativas:
- No exceder la emisión neta de 349 millones de tCO2e para toda la economía.
- Reducir por eficiencia energética y uso responsable de la energía al menos un 8% la demanda energética.
- Superar el 50% de renovables en la generación eléctrica.
- Alcanzar una penetración de autos eléctricos del 2% del parque de vehículos.
- Alcanzar los 1.000 MW de generación distribuida renovable.
- Aumentar la red de transmisión eléctrica de alta tensión en 5.000 km de nuevas líneas.
Metas cualitativas:
- Crear las condiciones propicias para el desarrollo local de la cadena de valor de tecnologías de energía limpia, incluyendo nuevas tecnologías no convencionales y emergentes.
- Crear nuevos puestos de trabajo locales y sostenibles relacionados con el sector.
- Reducir la pobreza energética según se establezcan las necesidades que conlleva este concepto.
- Facilitar una transición energética justa.
Para dar cumplimiento a estos objetivos, se definen nueve líneas estratégicas y un eje transversal de gobernanza institucional donde se desarrollarán medidas para descarbonizar el sistema energético argentino y aumentar la resiliencia climática de manera justa, inclusiva y sostenible. Dentro de la gobernanza institucional se incluyen cuatro áreas de acción: i) actualización y adecuación normativa; ii) articulación multinivel y multiactoral; iii) fortalecimiento de capacidades; iv) procesos de planificación.
Las nueve líneas estratégicas son:
1. Eficiencia energética
Refiere al conjunto de acciones que permiten optimizar la relación entre la cantidad de energía final demandada y la energía útil en su fin previsto sin afectar la calidad de vida de los usuarios, o que mejoren el rendimiento en la producción, el transporte, la distribución o transformación de energía. Las políticas de eficiencia energética buscan incentivar y promover el uso racional y eficiente de todas las fuentes que configuran la matriz energética argentina, posibilitando el ahorro de energía y generando beneficios indirectos que se manifiestan en mejoras sistemáticas para el desarrollo económico, social y ambiental, como por ejemplo, reducción de emisiones, mejora de calidad del aire, disminución de costos, entre otras.
Las medidas contempladas se agrupan en las siguientes áreas de acción:
- Eficiencia energética en consumo, generación, transporte y distribución de energía.
- Eficiencia energética en edificios (sector residencial, comercial, público, industrial).
- Planificación, gestión y formación sobre eficiencia energética.
2. Energía limpia en emisiones de gases de efecto invernadero
La gran mayoría de la potencia instalada entre 2023 y 2030 (el 79%) provendrá de fuentes bajas en emisiones, lo que se traducirá en una importante reducción de la intensidad de carbono de la matriz eléctrica respecto a la actualidad.
Las medidas contempladas en esta línea se agrupan en las siguientes áreas de acción:
- Descarbonización del mix eléctrico.
- Promoción de la generación distribuida renovable.
3. Gasificación
El gas natural será el vector energético de transición clave para reducir las emisiones de GEI mediante un suministro confiable, asequible y continuo. Se espera que el desarrollo de la industria del gas natural contribuya a disminuir las restricciones estructurales al desarrollo socioeconómico del país. Para eso se implementarán medidas tendientes a gasificar consumos energéticos hoy abastecidos por medio de combustibles líquidos derivados del petróleo.
Las medidas contempladas dentro de esta línea se agrupan en las siguientes áreas de acción:
- Sustitución de combustibles líquidos más contaminantes por gas natural en la generación eléctrica.
- Gasificación de consumos en el sector transporte.
4. Desarrollo de capacidades tecnológicas nacionales
Se busca aprovechar los recursos que tiene Argentina en materia energética, desarrollar las capacidades tecnológicas nacionales necesarias para llevar a cabo la transición energética reduciendo así la dependencia de importación de tecnologías y utilizando la transición como motor para la creación de empleo y crecimiento económico.
Las medidas contempladas dentro de esta línea se agrupan en las siguientes áreas de acción:
- Incentivo y colaboración en la creación de un ecosistema científico-tecnológico de alta calidad orientado al desarrollo de nuevas soluciones en el ámbito energético.
- Generación de condiciones propicias para el desarrollo de capacidades tecnológicas enfocadas al ámbito energético.
5. Resiliencia del sistema energético
Una mayor resiliencia garantizará el acceso a la energía asequible, a través de la ampliación de la red eléctrica y la promoción de la generación distribuida para reducir la vulnerabilidad de la población ante eventos climáticos extremos.
Las medidas de esta línea se han agrupado en las siguientes áreas de acción:
- Seguridad de suministro.
- Mejora y expansión de la infraestructura.
- Mejora de la planificación y gestión energética.
6. Federalización del desarrollo energético
Se busca promover la participación activa de las provincias, las industrias, los trabajadores y los diferentes actores locales y el aprovechamiento de los recursos energéticos y las capacidades tecnológicas y productivas con la que cuentan las distintas provincias.
Las medidas contempladas dentro de esta línea se agrupan en las siguientes áreas de acción:
- Desarrollo y promoción de proyectos de energías renovables.
- Mejora de las capacidades locales.
7. Desarrollo del hidrógeno bajo en emisiones
El hidrógeno será uno de los vectores energéticos que posibilitará la descarbonización de la economía, dada su capacidad de actuación en varios sectores. Dada la alta demanda internacional de hidrógeno verde, se incentivará su producción y la de sus derivados de cara a su exportación como también para ayudar a cubrir parte de la demanda local.
Las medidas contempladas dentro de esta línea se agrupan en las siguientes áreas de acción:
- Participación activa en las instancias de coordinación como la Mesa Intersectorial del Hidrógeno.
- Generación de las condiciones regulatorias propicias para el desarrollo del hidrógeno bajo en emisiones.
- Desarrollo de conocimientos y capacitaciones para dar el impulso al desarrollo del hidrógeno bajo en emisiones.
8. Movilidad sostenible
Teniendo en cuenta el importante peso del sector del transporte en las emisiones de GEI en Argentina (13,9% en el 2018), será necesario impulsar actuaciones enfocadas a mitigar el impacto de la movilidad para asentar las bases hacia la descarbonización del transporte a 2050. Por tanto, se incidirá en la evolución del transporte urbano hacia un modelo sostenible y se incentivará el reemplazo progresivo de los combustibles fósiles por otros de menor impacto en términos de emisiones de GEI.
Las medidas contempladas dentro de esta línea se agrupan en las siguientes áreas de acción:
- Acompañamiento al desarrollo de la movilidad sostenible.
- Reemplazo progresivo de los combustibles fósiles.
9. Transición justa e inclusiva
La transición energética debe darse de manera justa, poniendo especial énfasis en: i) la generación de empleo formal y decente; ii) la inclusión de los colectivos minoritarios y vulnerables; y iii) en garantizar que toda la población acceda razonablemente a la energía a un precio asequible y a costos competitivos.
Las medidas contempladas dentro de esta línea se agrupan en las siguientes áreas de acción:
- Reducción de la pobreza energética.
- Generación de capacidades para nuevos empleos.
- Integración de la perspectiva de género de manera transversal en las medidas a implementar.
Para mayor información, por favor contactar a Francisco J. Romano.
|
|
Guidelines and Scenarios for the Energy Transition to 2050
On July 7, 2023, Resolution N° 518/2023 of the Secretariat of Energy approved the “Guidelines and Scenarios for the Energy Transition to 2050”.
The objective is to achieve a cleaner and more efficient energy matrix through a structural change in the energy supply and use systems and the adoption of effective measures to mitigate the effects of climate change.
In 2018, the Argentinian energy sector was responsible for 51% of the country's GHG emissions. However, Argentina has abundant renewable resources whose use will allow the country to move towards a situation with secure access to energy, with a lower carbon footprint and at affordable prices.
The aim is to replace the final demand for fossil fuels with energy sources that do not emit GHG and to reduce the intensity of emissions in generation, based on the incorporation of low-carbon emission technologies and improving the efficiency of the entire generating sector as a means to reverse the predominance of fossil fuels in the generation of electricity, replacing them with clean energy sources.
Another objective is to replace imports of liquid fuels and LNG both to supply priority demand and thermal power plants. The proposed scenario assumes an increase in the consumption of natural gas and less crude oil consumption.
The lower consumption of fossil fuels in the energy sector has a positive impact on air quality and public health. The efficient use of energy and the decrease in demand have direct effects on the amount of polluting emissions produced and implies economic and social benefits, such as cost savings, job creation and improved competitiveness.
The Guidelines and Scenarios for the Energy Transition to 2050 comprise ten (10) Strategic Guidelines to plan, promote and facilitate the decarbonization of the Argentine energy system until the year 2050 in an effective, timely and coordinated manner: Institutional Governance, Energy Efficiency, Low GHG-emitting Energy, Gasification, Development of National Technological Capacities, Resilience of the Energy System, Federalization of Energy Development, Low-emission Hydrogen Development, Sustainable Mobility and Fair and inclusive Transition.
In addition, the Guidelines include three (3) possible energy decarbonization scenarios for the period from 2023 to 2050:
- A base-case scenario (E1) that takes into account the current policies and actions planned at the national and local level in the energy sector, including the objectives of renewable energy penetration, energy efficiency and the mitigation of GHG emissions, among others. In this scenario, the demand growth rate is moderate and the electrification of new uses is low. Energy efficiency measures that are currently being implemented and future measures that guarantee a lower growth rate of demand are also considered. The tax on GHG emissions reaches US$25/tCO2e from 2040 onwards.
- An optimistic scenario (E2) where new actions and technologies related to the decarbonization of the energy sector in Argentina are added to existing policies, while electricity demand grows due to greater electrification of new uses. As in the base-case scenario, the tax on GHG emissions reaches US$25/tCO2e from 2040 onwards.
- An ambitious scenario (E3) closer to a net zero emissions scenario (Net Zero). This scenario is similar to E2, but it considers the accelerated incorporation of technologies related to the decarbonization of the electricity sector due to their greater maturity and their promotion through a higher carbon tax. The tax on GHG emissions will reach US$56/tCO2e from 2040 onwards. For this reason, there is a greater electrification of new uses.
In E1, emissions from the energy sector are projected to be 140 MM tCO2e, with fuel combustion generating the most emissions. In E2, these emissions would reach 100 MM tCO2e, with fuel burning also being the most responsible. But, in E3, whose emissions would amount to 52 MM tCO2e, the emissions associated with the transport sector would be the largest.
Although none of the three proposed scenarios achieve net zero GHG emissions in 2050, they are focused on the energy sector only (they do not include other non-energy sectors). Thus, the possibility of reaching an overall level of net zero emissions in the Argentine economy by 2050 will also depend on the evolution of other key (non-energy) sectors of the economy and the development and adoption (or not) of certain innovative technologies such as carbon capture, use and storage.
The more ambitious the scenario is, the greater its capacity to generate positive social impact. This is clearly perceived by looking at the job creation projections for each scenario. Thus, E3 projects a creation of more than 250,000 jobs, of which about 170,000 would come from the electricity generation sector. For its part, E2 would generate up to 160,000 jobs, of which more than 100,000 would come from the generation sector. The E1 could generate around 150,000 jobs.
The Guidelines and Scenarios for the Energy Transition to 2050 also analyze the challenges and barriers that the energy transition brings with it. These can be grouped into the following dimensions: energy security, techno-industrial development, social equity and fair transition, as well as climate change mitigation and adaptation.
- Energy security: the main problem is the inadequacy of the power and natural gas transport infrastructure. It is also important to highlight the control of demand peaks to avoid oversizing the power grid. Another challenge is posed by the need to guarantee energy security in the face of a greater penetration of variable renewable technologies and reduce dependence on imported energy supply.
- Techno-industrial development: refers to the need for the productive and technological apparatus to supply with goods and services the demands of the energy transition and contribute local content to the transition process by incorporating work, capital and national innovation to serve technological requirements of changes in the energy matrix.
- Social equity and fair transition: the energy transition must be fair, affordable and sustainable. It considers the need to focus energy subsidies on demand in vulnerable conditions; the energy supply to people not reached by the distribution networks; technological transfer from the academic sector to the productive and public sector; and the development of training programs. The fair transition's main challenge is to ensure that the transformation in the socio-productive systems and the management of energy sources will not result in an increase in energy poverty or the generation of damage; but rather create a development opportunity. So the challenge here is that energy transition policies are designed in such a way as to ensure that the most vulnerable sectors do not bear the associated costs of the transition.
- Mitigation and adaptation to climate change: this dimension addresses the problems related to the decarbonization of the energy matrix; the reduction of emissions from the energy sector and the adaptation of the energy system to address the consequences of climate change.
On the other hand, the main limitation to the sustainability of the energy transition process, at least in the initial phase of the process, is the lack of external financing and the need to fulfil the commitments in foreign currency required by the investments linked to the transition process. To ensure the sustainability of the process, it may be advisable to move at a moderate but steady pace. In this sense, it is expected that the development of the hydrocarbon complex, with great potential for unconventional gas, can contribute not only to the global energy transition but also to increase export levels to the region.
LNG and H2 exports considered in the three scenarios show the potential of the energy sector as a hard currency generator, contributing to macroeconomic stability and improving the conditions for a horizon of sustainable GDP growth and genuine employment generation in the three scenarios.
On the other hand, the collection of the tax on GHG emissions can be a source of income to mitigate the effects of the energy transition in vulnerable sectors and/or to cover part of the investments in local currency.
National Plan for Energy Transition to 2030
Through Resolution No. 517/2023, the Secretariat of Energy approved the “National Plan for Energy Transition to 2030”, which defines the strategic guidelines, areas of action and energy policy measures for the energy transition.
The transformation of Argentina’s energy matrix towards a cleaner, more resilient and sustainable system is essential to achieve the global decarbonization goal set in the Paris Agreement of 2015.
The assumptions for the proposed 2030 energy scenario are detailed along with the main results for the period 2022 - 2030:
- A long-term GDP growth of 2% year-on-year is considered.
- Electricity demand grows close to 1.5% year-on-year.
- Natural gas demand grows 1.1% year-on-year.
- Fuel demand grows 2.3% year-on-year.
- Natural gas production for local supply grows between 2.4 and 3% year-on-year from 2022 to 2030. Oil production for local supply grows between 3.4 and 6% year-on-year for the same period.
- Country-wide the motor vehicle fleet grows by 5.3 million vehicles. The participation of cars and medium-sized vehicles running on CNG is considered to be 27% of the total, plus converted short-distance buses.
- The cuts with biofuels amount to 12.5% and 15% for biodiesel and bioethanol respectively.
- By 2030, some 49.4 million people are expected (1% year-on-year growth). Households amount to 17.3 million. The natural gas coverage for them remains at 68.5%.
- The share of electricity generation from thermal sources goes from 59% in 2022 to 35% in 2030.
Based on the results of the 2030 scenario, the following values are projected for the energy sector:
- Aggregate Investments (2023-2030): 86,642 million dollars.
- Aggregate hard currency required (accumulated 2023-2030): 46,562 million dollars.
If the projected 32,000 million dollars from natural gas and oil exports reported in the "Plan for Productive, Industrial and Technological Development 2030" are added to LNG exports, the energy sector would have the capacity to contribute in a sustained manner with the foreign exchange necessary to finance the investments required for the energy transition of the proposed scenario.
To meet the proposed objectives, a series of goals that address key issues of the energy transition in the country have been established.
Quantitative goals:
- Not to exceed the net emission of 349 million tCO2e for the entire economy.
- Reduce energy demand by at least 8% through energy efficiency and responsible use of energy.
- Exceed 50% of renewables in electricity generation.
- Achieve a penetration of electric cars of 2% of the motor vehicle fleet.
- Reach 1,000 MW of renewable distributed generation.
- Increase the high voltage electricity transmission network by 5,000 km of new lines.
Qualitative goals:
- Create favorable conditions for the local development of the clean energy technology value chain, including new unconventional and emerging technologies.
- Create new local and sustainable jobs related to the sector.
- Reduce energy poverty according to the needs that this concept entails.
- Facilitate a fair energy transition.
To comply with these objectives, nine strategic lines and a transversal axis of institutional governance are defined, where measures will be developed to decarbonize the Argentine energy system and increase climate resilience in a fair, inclusive and sustainable manner. Institutional governance includes four areas of action: i) updating and adapting regulations; ii) multilevel and multi-actor articulation; iii) capacity building; and iv) planning processes.
The nine strategic lines are:
1. Energy efficiency
It refers to the set of actions that allow optimizing the relationship between the amount of final energy demanded and the useful energy in its intended purpose without affecting users’ quality of life, or that improve performance in production, transportation, distribution or energy transformation. Energy efficiency policies seek to encourage and promote the rational and efficient use of all the sources that make up the Argentine energy matrix, enabling energy savings and generating indirect benefits that are manifested in systematic improvements for economic, social and environmental development, such as reduced emissions, improved air quality, lower costs, among others.
The measures contemplated within this line are grouped into the following areas of action:
- Energy efficiency in energy consumption, generation, transport and distribution.
- Energy efficiency in buildings (residential, commercial, public, industrial sector).
- Planning, management and training on energy efficiency.
2. Clean energy in greenhouse gas emissions
The vast majority of installed power between 2023 and 2030 (79%) will come from low-emission sources, which will result in a significant reduction in the carbon intensity of the electricity matrix compared to the present.
The measures contemplated in this line are grouped into the following areas of action:
- Decarbonization of the power mix.
- Promotion of renewable distributed generation.
3. Gasification
Natural gas will be the key transitional energy vector to reduce GHG emissions through a reliable, affordable and continuous supply. The development of the natural gas industry is expected to contribute in reducing the structural restrictions to the country's socioeconomic development. For this purpose, measures will be implemented to gasify energy consumption currently supplied by crude oil products by:
- Substituting liquid fuels with natural gas in power generation.
- Gasification of consumption in transportation.
4. Development of national technological capabilities
This strategic line seeks to take advantage of the energy resources, develop the national technological capabilities necessary to carry out the energy transition, thus reducing dependence on imported technologies and using the transition as an engine for job creation and economic growth.
The measures contemplated are grouped into the following areas of action:
- Promotion and collaboration in the creation of a high-quality scientific-technological ecosystem directed to the development of new solutions in the energy field.
- Generation of favorable conditions for the development of technological capabilities focused on the energy field.
5. Resilience of the energy system
Greater resilience will guarantee access to affordable energy, through the expansion of the power grid and the promotion of distributed generation to reduce the population's vulnerability to extreme weather events.
The measures in this line have been grouped into the following areas of action:
- Security of supply.
- Improvement and expansion of infrastructure.
- Improvement of energy planning and management.
6. Federalization of energy development
This line seeks to promote the active participation of the provinces, industries, workers and the different local actors and to take advantage of the energy resources and the technological and productive capacities of the different provinces.
The measures contemplated grouped into the following areas of action:
- Development and promotion of renewable energy projects.
- Improvement of local capacities.
7. Development of low emission hydrogen
Hydrogen will be one of the energy vectors that will enable the decarbonization of the economy, given its capacity to act in several sectors. Given the high international demand for green hydrogen, its production and that of its derivatives will be encouraged for export as well as to help cover part of the local demand.
The measures contemplated within this line are grouped into the following areas of action:
- Active participation in coordination instances such as the Hydrogen Intersectoral Table.
- Generation of favorable regulatory conditions for the development of low-emission hydrogen.
- Development of knowledge and training to promote the development of low-emission hydrogen.
8. Sustainable mobility
Taking into account the significant weight of the transport sector in GHG emissions in Argentina (13.9% in 2018), it will be necessary to promote actions focused on mitigating the impact of mobility to lay the foundations towards the decarbonization of transport by 2050. Therefore, urban transport will evolve towards a sustainable model and the progressive replacement of fossil fuels with others that have lower impact in terms of GHG emissions will be encouraged.
The measures contemplated within this line are grouped into the following areas of action:
- Accompanying the development of sustainable mobility.
- Progressive replacement of fossil fuels.
9. Fair and inclusive transition
The energy transition must take place in a fair manner, placing special emphasis on: i) the generation of formal and decent employment; ii) the inclusion of minority and vulnerable groups; and iii) ensuring that the entire population has reasonable access to energy at an affordable price and at competitive costs.
The measures contemplated within this line are grouped into the following areas of action:
- Reduction of energy poverty.
- Generation of capacities for new jobs.
- Integration of the gender perspective transversally in the measures to be implemented.
|