Las tempestades económicas y sociales parecen ser una tradición en la Argentina. Pero esta vez es distinto: producto de una pandemia, la crisis es mundial y atraviesa a varios países con colapsos sanitarios, millones de personas sin empleo y debajo de la línea de pobreza.
Este cambio repentino originó que subrepticiamente muchos individuos no hayan podido, por diversas circunstancias, adaptarse a la disrupción de distintas reglas de juego, siendo esto un problema para aquellas en situación de vulnerabilidad. Pensemos por ejemplo en la porción de la sociedad que no se encuentra bancarizada, lo que ha llevado a inconvenientes para recibir subsidios y ayudas económicas que necesariamente deben pasar por el sistema financiero.
Por otro lado, han aumentado los conflictos laborales, los quiebres en la convivencia social, la violencia doméstica y familiar, y como contrapartida ha disminuido el acceso a condiciones dignas de vida (salud, vivienda, alimentación), y con ello aumentó la necesidad de acudir a la justicia.
Es por eso que el trabajo Pro Bono, en particular el de la abogacía, ha tomado un papel absolutamente trascendental.
¿Qué es la abogacía Pro Bono?
La expresión “Pro Bono proviene del latín y significa “por el bien público . El Pro Bono es el servicio voluntario del abogado para el bien del interés público y de manera gratuita.
La tarea de un abogado que realiza servicios Pro Bono puede consistir en el asesoramiento en diversas áreas del derecho, sea en el ámbito extrajudicial como en el judicial. En otras ocasiones la labor del abogado Pro Bono requiere únicamente de un rol pasivo como es el de simplemente la escucha o el acompañamiento en un determinado curso de acción.
Generalmente los profesionales que realizan tareas Pro Bono dedican una parte de su tiempo para esta labor, pudiendo ser determinadas horas por mes o semana, o bien por año.
El abogado Pro Bono de estos tiempos tiene como desafío enfrentarse con problemas muy diversos, como por ejemplo el acceso a la justicia de los sectores vulnerables (personas con discapacidad, adultos mayores, personas de bajos recursos), cuestiones de género, niñez, asuntos ambientales, diversidad, etc.
Por esta razón el servicio jurídico Pro Bono ya no se limita a las personas humanas sino también en mayor medida a las personas jurídicas, tales como asociaciones y fundaciones, y empresas nacientes (“startups ). En este sentido, en los últimos años se ha multiplicado la creación de ONG de todo tipo (en materia ambiental, discapacidad, y salud) en las que sus integrantes, muchas veces motivados por experiencias personales o bien por cierta ausencia o demora del Estado, generan e incentivan la creación de políticas públicas, legislación, conciencia colectiva, y la promoción de acciones judiciales.
Estas instituciones, que generalmente funcionan en base a aportes de sus miembros o terceros, requieren un asesoramiento legal tanto para su estructura jurídica como para su funcionamiento, por lo que la asistencia legal voluntaria y gratuita en este punto es fundamental.
En definitiva, el trabajo Pro Bono tiene una marcada importancia porque el acceso a la ley y a la justicia es vital para el goce de derechos básicos como el empleo, una vivienda, la educación, y la salud.
La Comisión Pro Bono de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires y su compromiso social de cara al Covid-19.
Esta comisión nació en el año 2000 por la iniciativa de un grupo de socios del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, con el fin de atender y estimular el servicio de los abogados vinculados a temas de interés público. Su misión fue de fundamental relevancia para atender diversos reclamos de los sectores vulnerables a raíz de la crisis del año 2001. Actualmente se encuentra liderada por la Dra. Fernanda Mierez.
Con posterioridad y en el seno de esta comisión, sus integrantes crearon la Red Federal Pro Bono, esto es, una red formada por 1640 abogados individuales, de estudios y empresas de distintos puntos del país a los fines de trabajar en forma voluntaria y coordinada para canalizar y dar respuesta a las consultas recibidas por personas humanas y ONG´s. Actualmente esta red federal se encuentra también liderada por la Dra. Delfina Balestra.
Como respuesta a una situación que afecta a toda la sociedad, como lo es la pandemia del Covid-19, el 20 de marzo de 2020 la Comisión Pro Bono decidió poner a disposición de la comunidad una línea telefónica donde se brinda asesoramiento legal, remoto y gratuito en cuestiones vinculadas al Covid 19. Hasta el momento se han registrado más de 1600 consultas, de las cuales 670 derivaron en casos que fueron tomados por los abogados de todo el país que se sumaron voluntariamente a esa enorme iniciativa.
Incentivar a las futuras generaciones de abogados
En el 2019 nació el Desafío Pro Bono, un concurso dirigido a estudiantes de la carrera de Derecho de Universidades de todo el país, que busca detectar emprendedores sociales incentivando la creación de proyectos universitarios donde se identifiquen problemáticas sociales y se les otorguen soluciones jurídicas, contribuyendo al apoyo de grupos vulnerables.
Este año la Convocatoria a participar se lanzó a más de 23 Universidades de Argentina, bajo el lema “Desafío Pro-Bono Segunda Temporada. La pandemia multiplicó las necesidades. Hoy más que nunca, con la ley en la mano podés hacer la diferencia .
Finalmente las doctoras Mierez y Balestra coinciden en que el trabajo que realiza la Comisión Pro Bono se encuentra en pleno crecimiento y expansión. Los 25 Estudios Jurídicos y los 5 departamentos legales que la integran, no sólo acompañan a más de 1000 Organizaciones de la Sociedad Civil en sus procesos de formación y desarrollo, sino que también realizan talleres de alfabetización legal, seminarios, investigaciones junto a organismos internacionales, asesoramiento legal en la preparación de proyectos de leyes, etc.
Áreas de práctica
Columna publicada por El Cronista