Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno
El 12 de septiembre de 2023 la Secretaría de Asuntos Estratégicos presentó la Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno (“ENH”), por medio de la cual se busca promover la cadena de valor del hidrógeno, además de la reducción de emisiones, lo que representaría una oportunidad para la reindustrialización. De esta manera el país podría expandir las exportaciones, descarbonizar actividades económicas, generar nuevos empleos de calidad y fortalecer el entramado industrial.
La ENH se orienta al surgimiento de nuevos polos industriales orientados a la producción de hidrógeno y sus derivados como el amoníaco, el metanol y hasta el acero verde, así como el nacimiento de nuevos sectores, como el de los equipamientos críticos de esta cadena de valor: los electrolizadores y los bienes de capital vinculados a la generación de energías renovables.
Según la ENH, las condiciones para la producción de hidrógeno de bajas emisiones que se presentan en Argentina, principalmente por la calidad del recurso eólico, solar, gasífero y de biomasa, convierten a nuestro país en un destino atractivo para las inversiones. Esto permite proyectar a la Argentina como una potencial productora competitiva de hidrógeno de bajas emisiones (verde, azul y rosa) para el mercado internacional y el mercado interno. A esta ventaja se suma la sinergia con capacidades industriales y científicas.
En cuanto a los costos de producción, se estima que Argentina puede ofrecer costos competitivos de producción de hidrógeno. La extensión territorial permitiría que varios proyectos de gran escala puedan coexistir en diferentes localizaciones del país.
Según la ENH, la existencia de un mercado local maduro es una de las fortalezas que exhibe la Argentina para impulsar la economía del hidrógeno de bajas emisiones. Argentina produce actualmente 0,4 Mt de hidrógeno gris al año para consumo interno, que representa el 9% del mercado de América Latina (4,4 Mt) y aproximadamente el 0,4% de la demanda global (94 Mt). La demanda interna de hidrógeno de bajas emisiones evidenciará un crecimiento sostenido a partir de 2030, para alcanzar las 100.000 toneladas anuales en 2035. A 2045 se espera una demanda de 500.000 toneladas anuales, alcanzando a 1.000.000 de toneladas a 2050.
La expansión de la producción de hidrógeno requerirá un conjunto de bienes de capital y servicios tecnológicos complementarios, como electrolizadores para la producción de hidrógeno, los parques para la generación eléctrica renovable, los servicios intensivos en conocimiento como los de ingeniería, entre otros.
Además, existe un conjunto amplio de componentes y equipamientos electromecánicos asociados a esta industria, que serán claves para el transporte y almacenamiento. Esto pone en evidencia una demanda creciente de bienes de capital a nivel mundial y abre una oportunidad para la radicación y desarrollo de proveedores especializados en la Argentina.
Las capacidades industriales, científicas y tecnológicas argentinas permiten prever que parte de la provisión de tecnología, electrolizadores y otros bienes de capital y servicios será generada en el país.
Antes de 2030, Argentina tiene el objetivo de dominar la tecnología de electrólisis alcalina, lo que permitirá transferir a la industria el conocimiento que habilite la producción seriada de estos bienes tecnológicos críticos y abastecer a las fases iniciales de los proyectos de producción a gran escala.
En lo que hace a los puestos de trabajo, la expansión de la demanda doméstica e internacional de este vector energético, junto con otras actividades, alentarán un balance positivo entre los puestos que se crearán y aquellos que puedan verse afectados como resultado de la transición hacia las energías limpias. Esto incluye nuevos empleos en la construcción, operación y mantenimiento de infraestructuras, no sólo de producción de hidrógeno de bajas emisiones, sino de transporte y carga de combustible. Parte de esta demanda de empleo será satisfecha a partir de la reconversión de ocupaciones vinculadas a la cadena de extracción y producción de combustibles fósiles.
Se prevé que se generarán más de 13.000 puestos de trabajo de calidad hacia 2030 y más de 82.000 en 2050.
También se encuentran en proceso de producción los sistemas de certificación de origen y tipo de hidrógeno que permitirán garantizar a los consumidores su contenido de carbono, lo que generará una ventaja competitiva a la hora de cumplir requisitos mínimos de acceso a los mercados internacionales y, además, potenciar el ingreso de productores locales al mercado de bonos de carbono. Argentina implementará un esquema basado en criterios de emisiones sin preferencia tecnológica.
Además, el desarrollo de la economía del hidrógeno requerirá el despliegue de nuevas infraestructuras y la adaptación de las existentes. Se prevé la constitución de, por lo menos, 5 polos productivos en la Argentina.
La producción de hidrógeno a partir de gas natural con tecnologías de captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS) necesita de infraestructura relacionada al transporte del CO2 desde los lugares de captura hasta las localizaciones con potencial para su reutilización y/o almacenamiento a gran escala.
En cuanto al capital necesario, el monto esperado de inversiones compatible con la producción esperada se ubica en torno a los USD 90.000.000.000. En este sentido, resulta fundamental una política activa de búsqueda de inversiones y promoción de las oportunidades que ofrece el país que permita instalar a la Argentina en los mercados mundiales como proveedor seguro y confiable de hidrógeno, amoníaco y combustibles sintéticos de baja emisión. En la ENH se fijan acciones para la promoción de las inversiones.
En lo que hace a la política ambiental, la producción de hidrógeno de bajas emisiones a gran escala persigue objetivos de mitigación ambiental, porque apunta a las reducciones de GEI, pero puede producir efectos adversos sobre el ambiente y las comunidades, como el cambio en el uso del suelo y del paisaje, pérdidas de biodiversidad, estrés hídrico, fragmentación de hábitats, aumento de la contaminación, entre otros. Se prevé la construcción de acuerdos, incorporando las voces de las comunidades locales de forma temprana en la toma de decisiones para mitigar riesgos asociados a la implantación de los proyectos. En este marco se ha puesto en marcha una Evaluación Ambiental Estratégica.
En materia de cooperación internacional y regional se prevé que América Latina pueda dar respuesta a más del 30% de la demanda de Europa y Asia. Para eso, la articulación y cooperación por parte de Argentina con otros países de la región será un elemento clave. Algunos ejemplos de espacios para la coordinación regional son las certificaciones armonizadas del hidrógeno y el desarrollo de estándares técnicos, ambientales y de seguridad compatibles; la infraestructura conjunta y la complementación en las redes de proveedores.
Dentro de las acciones para fortalecer la cooperación internacional y regional se prevé: consolidar la participación de Argentina en los foros internacionales y demás instancias de cooperación relacionadas con hidrógeno y/o transición energética; trabajar en forma conjunta con los socios del MERCOSUR en los procesos de definiciones técnicas relacionados con las certificaciones y normas técnicas en materia de hidrógeno, su transporte y utilización; entre otras.
Para mayor información, por favor contactar a Francisco J. Romano.
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National Strategy for Hydrogen Economy Development
On September 12, 2023, the Secretariat for Strategic Affairs presented the National Strategy for the Development of the Hydrogen Economy (“ENH”, after its Spanish acronym), through which it seeks to promote the hydrogen value chain, in addition to reducing emissions, which would represent an opportunity for reindustrialization. In this way, Argentina could expand exports, decarbonize economic activities, generate new quality jobs and strengthen the industrial framework.
The ENH is expected to create new industrial poles for the production of hydrogen and its derivatives such as ammonia, methanol and even green steel, as well as the rise of new sectors, such as the critical equipment of the value chain (i.e., electrolyzers and capital goods linked to the generation of renewable energies).
According to ENH, Argentina is an attractive destination for investment mainly due to the quality of wind, solar, gas and biomass resources. This allows unlocking Argentina as a potential competitive producer of low-emission hydrogen (green, blue and pink) for the international and domestic markets. To this advantage is added the synergy with industrial and scientific capabilities.
It is also estimated that Argentina can offer competitive hydrogen production costs. The territorial extension would allow several large-scale projects to coexist in different locations of the country.
According to ENH, the existence of a mature local market is one of Argentina's strengths to promote the low-emission hydrogen economy. Argentina currently produces 0.4 Mt of grey hydrogen per year for domestic consumption, which represents 9% of the Latin American market (4.4 Mt) and approximately 0.4% of global demand (94 Mt). The domestic demand for low-emission hydrogen is expected to show sustained growth from 2030 onwards, reaching 100,000 tons per year in 2035. By 2045, demand is expected to reach 500,000 tons per year, reaching 1,000,000 tons by 2050.
The expansion of hydrogen production will require a set of capital goods and complementary technological services, such as electrolyzers for hydrogen production, parks for renewable electricity generation, and knowledge-intensive services such as engineering, among others.
In addition, there is a wide range of electromechanical components and equipment associated with this industry, which will be key for transportation and storage. This highlights a growing demand for capital goods worldwide and opens an opportunity for the establishment and development of specialised suppliers in Argentina.
Argentine industrial, scientific and technological capabilities allow us to expect that part of the supply of technology, electrolyzers and other capital goods and services will be generated in the country.
By 2030, Argentina aims to master alkaline electrolysis technology, which will allow transferring to industry the knowledge that will enable the serial production of these critical technological goods and supply the initial phases of large-scale production projects.
In addition, the expansion of domestic and international demand for this energy vector, together with other activities, will encourage a positive balance between the jobs that will be created and those that may be affected as a result of the transition to clean energy. This includes new jobs in the construction, operation and maintenance of infrastructure, not only for low-emission hydrogen production, but also for transportation and refuelling. Part of this employment demand will be satisfied through the reconversion of occupations linked to the fossil fuel extraction and production chain.
It is expected that more than 13,000 quality jobs will be generated by 2030 and more than 82,000 by 2050.
Hydrogen type and origin certification systems are also in process. This will guarantee its carbon content to consumers, which will generate a competitive advantage when it comes to meeting minimum requirements for access to international markets and, in addition, promote the entry of local producers to the carbon credits market. Argentina will implement a scheme based on emissions criteria without technological preference.
Furthermore, the development of the hydrogen economy will require the deployment of new infrastructures and the adaptation of existing ones. At least 5 production poles are expected to be established in Argentina.
The production of hydrogen from natural gas with carbon capture, utilisation and storage (CCUS) technologies requires infrastructure related to the transportation of CO2 from capture sites to locations with potential for reuse and/or large-scale storage.
The expected amount of investment compatible with the expected production is around US$ 90,000,000,000. It is essential to have an active policy of seeking investment and promoting the opportunities offered by the country in order to establish Argentina in the world markets as a safe and reliable supplier of hydrogen, ammonia and low-emission synthetic fuels. The ENH establishes actions to promote investments.
In terms of environmental policy, large-scale low-emission hydrogen production pursues environmental mitigation objectives, because it seeks to reduce GHG, but may produce adverse effects on the environment and communities, such as changes in land use and landscape, loss of biodiversity, water stress, habitat fragmentation, and increased pollution, among others. Building consensus and incorporating local communities in the decision-making process is expected to mitigate risks associated with the implementation of projects. Within this framework, a Strategic Environmental Assessment has been launched.
In terms of international and regional cooperation, it is expected that Latin America will be able to respond to more than 30% of the demand from Europe and Asia. Argentina’s coordination and cooperation with other countries in the region will be a key element. Some examples of spaces for regional coordination are harmonised hydrogen certifications and the development of compatible technical, environmental and safety standards; joint infrastructure and complementation in supplier networks.
The actions to strengthen international and regional cooperation include consolidating Argentina’s participation in international forums and other cooperation instances related to hydrogen and/or energy transition; working jointly with MERCOSUR partners in defining the technical process related to certifications and technical standards regarding hydrogen, its transportation and use; among others.
For further information, please refer to Francisco J. Romano.
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